La persistencia de la retina, o persistencia retiniana, es un fenómeno visual en el cual la retina del ojo humano retiene la imagen de un estímulo visual durante aproximadamente una décima de segundo (0.1 segundos) después de que dicha imagen ya no está físicamente presente. Esto provoca que las imágenes no desaparezcan instantáneamente de nuestra percepción visual, permitiendo que el cerebro “una” estas imágenes que llegan en rápida sucesión y las interprete como un movimiento continuo en lugar de una serie de imágenes estáticas.
Este fenómeno , descubierto en el siglo XIX por el científico belga Joseph-Antoine Ferdinand Plateau, quien demostró que la retina mantiene temporalmente la impresión de la luz, lo que es fundamental para la percepción de movimientos en el cine y la televisión. Por ejemplo, la persistencia retiniana permite que se perciban como continuos los fotogramas proyectados a una velocidad superior a 10 imágenes por segundo, como en el cine que comúnmente usa 24 fotogramas por segundo. De esta forma, la retina y el cerebro trabajan juntos para crear la ilusión de movimiento fluido a partir de imágenes fijas proyectadas rápidamente en secuencia.
En resumen, la persistencia retiniana es la capacidad del sistema visual de “retener” por un breve instante la imagen visual, lo que facilita que la humanidad pueda percibir imágenes en movimiento en lugares como el cine y la televisión.
Cómo se diferencia la persistencia retiniana del fenómeno Phi
La persistencia retiniana y el fenómeno Phi son conceptos que a menudo se confunden, pero tienen bases y efectos distintos tanto a nivel fisiológico como perceptivo.
Persistencia retiniana
- Es un fenómeno fisiológico: la retina retiene una imagen durante aproximadamente una décima de segundo después de que desaparece el estímulo visual.
- Su efecto principal es la superposición o retención de imágenes consecutivas, ayudando a que no veamos un “vacío” entre estímulos rápidamente sucesivos.
- Está directamente relacionada con la biología ocular y no con la percepción de movimiento en sí misma.
Fenómeno Phi
- Es un fenómeno perceptivo-psicológico: el cerebro interpreta una secuencia rápida de imágenes fijas como movimiento fluido, aun cuando no existe un objeto realmente moviéndose.
- No reside en la retina, sino en la forma en que el sistema nervioso procesa e “inventa” la continuidad entre imágenes estáticas.
- El fenómeno Phi genera la ilusión de que algo se mueve entre dos puntos donde solo hay alternancia de impulsos luminosos. El cerebro “rellena” o reconstruye los tramos entre imágenes, creando la sensación de desplazamiento.
Diferencias clave
- La persistencia retiniana es retención fisiológica de la imagen, mientras que el fenómeno Phi es una reconstrucción cerebral de movimiento aparente.
- La persistencia retiniana resulta en una superposición o prolongación de la imagen, y el fenómeno Phi en ilusión de movimiento entre posiciones sucesivas.
- Además, el fenómeno Phi requiere una frecuencia óptima de estímulos para que el cerebro “vea” el movimiento, algo que no depende de la retención simple de imágenes en la retina.
En conclusión: la persistencia retiniana es la base física para que las imágenes no desaparezcan de golpe, pero el fenómeno Phi es el responsable directo de la percepción del movimiento en cine y animación, a nivel cerebral y no ocular
Resumiendo la diferencia principal:
- La persistencia retiniana es la retención temporal de una imagen en la retina (fenómeno fisiológico).
- El fenómeno Phi es la ilusión de movimiento continuo que el cerebro crea a partir de imágenes secuenciales estáticas (fenómeno perceptivo-cognitivo).
Ambos contribuyen a que veamos movimiento en el cine o en animaciones, pero la persistencia retiniana explica la retención de imágenes físicas en el ojo, mientras que el fenómeno Phi explica la interpretación de estas imágenes por el cerebro como movimiento real.
Por qué a la persistencia retiniana se la considera un mito en cine
A la persistencia retiniana se la considera un mito en el cine porque, aunque tradicionalmente se explicó que la retina del ojo retiene una imagen por una décima de segundo y esto hacía que viéramos una sucesión rápida de fotogramas como movimiento continuo, investigaciones neurofisiológicas modernas demuestran que esta explicación es simplificada y científicamente inexacta. La percepción de movimiento no se debe exclusivamente a que la retina mantenga la imagen, sino principalmente al procesamiento cerebral complejo de las señales visuales que analiza y reconstruye el movimiento a partir de imágenes estáticas.
Este mito, muy aceptado desde el siglo XIX hasta finales del XX, porque parecía una explicación sencilla y intuitiva para el cine, pero estudios posteriores, como los de Max Wertheimer y la neurofisiología de la percepción, demostraron que la ilusión de movimiento es producto de mecanismos cerebrales, no solo retinianos. La persistencia retiniana no es suficiente para explicar por qué percibimos movimiento continuo; en cambio, el cerebro integra información, detecta patrones y movimientos, y así genera la experiencia visual real del cine.
En resumen, la persistencia retiniana es una explicación antigua y simplificada para la ilusión de movimiento en el cine, que no refleja la complejidad real del sistema visual humano, por lo que ahora se considera más un mito que una verdad científica.
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